martes, 24 de abril de 2012

All the secrets - Capítulo 1

1
La historia de Gabrielle

Gabrielle Marshall nació en Crowswood, y hasta que le tocó ir a la universidad no había salido de aquel estado, el de Washington, Estados Unidos. Cuando era pequeña, siempre había pedido a sus padres salir de vacaciones, sin importarle el lugar. Lo único que quería era dejar de ver los bosques de aquel pueblo y poder conocer otros lugares. Nunca lo consiguió, por supuesto. A su padre, con quien se había criado desde la muerte de su madre en el parto de su hermano, nunca había sentido interés por los caprichos de sus hijos, y en lo único en lo que se había centrado había sido sacarlos adelante con el poco dinero que les quedaba.

Sin embargo, unos meses después de que Gabrielle cumplera siete años, la empresa en la que trabajaba su padre consiguió mucho dinero gracias a los negocios que él y un amigo hicieron, y ambos fueron ascendidos, y su sueldo aumentó considerablemente. Aun cuando no volvió a faltar dinero en casa de los Marshall, Gabrielle nunca consiguió que su padre aceptara la idea de viajar y tener que dejar de trabajar por unos días.

Cuando Gabrielle cumplió trece años, su padre le regaló su primer libro de economía, ya que ella lo había pedido. La chica siempre había amado todo lo relacionado con la economía, a pesar de su juventud. Desde aquel momento, empezó a estudiar economía y, para cuando empezó a estudiarla en el instituto, ella ya sabía mucho más que los otros que asistían a su misma clase. Ella supo que la carrera que elegiría en cuanto tuviera que elegirla sería empresariales. Su padre le ofreció un trabajo como su ayudante, y esta aceptó encantada. Cada tarde iba un par de horas a la oficina de Seattle en la que su padre trabajaba y le ayudaba en todo lo que podía, incluso tomando decisiones de vez en cuando, y que siempre traían consecuencias inmejorables.
Gabrielle conoció a Ethan cuando empezó la universidad. Gracias a sus impresionantes notas y a que su padre se gastó el dinero que no había gastado en toda su vida, la chica pudo ir a la universidad de Stanford, en California. Allí, había alquilado un piso con el dinero que había ganado trabajando con su padre. Y su casera era la madre de Ethan. Aquella mujer obligó a su hijo a que ayudara a la nueva vecina a instalarse, haciendo que ambos se conocieran.
Gabrielle se enamoró de él desde el primer momento. Había algo en aquellos ojos castaños que conseguían que la chica, que siempre había sido una persona algo egoísta, quisiera cuidarlo, sólo a él. Ethan era un hombre hermoso, y lo sabía. Y él también se interesó en ella. Empezaron a salir tan sólo un par de semanas después de conocerse. Para la chica, Ethan era su primer novio, la única persona aparte de su familia por la que sentía algo, y al ser algo totalmente nuevo para ella, se dejó llevar. Ethan también fue su primera vez, pero no era la primera vez para él. Durante los meses que los chicos estuvieron juntos, él siempre la trató con cariño y con respecto.
Hasta que ella se quedó embarazada. Fue entonces cuando él empezó a mostrar su verdadera personalidad, muy posesiva y agresiva. No dejaba que Gabrielle saliera a la calle sola, y no permitía que esta viera a sus compañeros. Cuando se enteró de que iban a ser padres, Ethan se enfadó por primera vez desde que salía con Gabrielle, y ella sintió miedo por primera vez en toda su vida. Pero él no dijo en ningún momento que no quisiera tener al bebé, por lo que la vida de Gabrielle siguió su curso. Hasta que su padre murió.
Fue en un accidente de coche, mientras que este viajaba a California, aprovechando que tenía una reunión, para visitar a su hija. Un camión se cruzó en su camino, y a él no le dio tiempo de detener el coche antes de que este chocara violentamente y provocara su muerte. Dos días siguientes, se produjo la lectura del testamento. Aquel hombre era demasiado joven para haber escrito el testamento, pero lo había hecho cuando descubrió la enfermedad de su hijo, que padecía un cáncer del que apenas se había investigado. Y donó todo, excepto un sueldo mensual de 2000 dólares para su hija, a la investigación de la enfermedad que estaba acabando con la vida de su hijo.
Cuando Ethan se enteró de que su novia no sería millonaria, la abandonó, dejándola sola, completamente sola. Pero Gabrielle salió adelante. Consiguió afrontar su embarazo y sus estudios en aquella universidad que no podría pagar de no ser porque su padre ya la había pagado. Y unos meses después de la muerte de su padre, y del abandono de Ethan, nació Kyle.
Durante los primeros dos meses, Gabrielle tuvo que quedarse en casa, para cuidar al pequeño, y tuvo que estudiar ella sola. Eso hizo que todo resultara mucho más complicado para sus estudios, pero la chica no se quejó en ningún momento. Luego empezó a llevar a su hijo a una guardería, y volvió a asistir a clases. Y así pasaron todos los años que duró su carrera. Cuando se graduó con honores, volvió a Crowswood. Inscribió a Kyle en el mismo colegio al que ella había asistido, y ella empezó a trabajar en la empresa en la que había trabajado su padre, en Seattle.
Su vida después de Ethan y del embarazo nunca fue sencilla, y sólo tuvo a una persona dispuesta a ayudarle. Lilly. Cuando ambas eran niñas, habían ido a la misma clase, pero siempre se habían llevado mal. Cuando Gabrielle volvió a Crowswood, ella le ayudó a cuidar del niño cada vez que esta tenía una reunión, o llegaba tarde del trabajo. Gabrielle la consideraba su amiga, su única amiga.
Un domingo de verano, mientras que madre e hijo estaban en el parque, Gabrielle recibió una llamada. Era Ethan. Era la primera vez que la llamaba desde que la había dejado, y Gabrielle contestó, con intención de dejarle claro que no podía abandonarla y luego llamar como si nada.
Sin embargo, cuando contestó, no escuchó la voz de Ethan, sino la de su anterior casera, su ex-suegra. Esta le contó que ella en ningún momento había sabido que Ethan sólo quería su dinero, y que lo había echado de casa en cuanto lo había sabido. A Gabrielle no le importó. Nada que tuviera que ver con el padre de su hijo le importaba.

Cuando colgó, supo que algo estaba mal. El parque se había quedado desierto. No había absolutamente nadie, ni siquiera Kyle. Gabrielle lo buscó por el parque, y al no encontrarlo, llamó a la policía. Ellos le dijeron que mandarían a alguien, pero eso no era suficiente para Gabrielle. Una sola persona no ayudaría mucho en la búsqueda de su hijo. La chica estaba muy nerviose, pero en ningún momento se le ocurrió rendirse, ni desesperarse hasta el punto de no poder hacer nada por su hijo. Estuvo horas y horas, hasta que pasaron las horas necesarias para que la desaparición fuera oficial, y toda la policía de Crowswood empezó a buscar a aquel niño, a Kyle Marshall.

Gabrielle, después de haber buscado al niño por todo el pueblo, se dirigió al único lugar que quedaba por revisar: el bosque. Aquel bosque, en el que tantos cuervos habitaban y que había dado nombre al pueblo, era el lugar que Kyle siempre quería visitar, pero que su madre no le permitía. Podía ser que el niño, obsesionado con el bosque, y aprovechando el despiste de su madre, hubiera decidido echar un vistazo.

Los cuervos empezaron a graznar en cuanto notaron la presencia de la chica, pero a esta no le importó. A decir verdad, siempre había sentido respeto por aquellos pájaros, y aquella visita al bosque no le estaba siendo nada fácil. Aún así, hizo todo lo que pudo, y siguió buscando. Infructuosamente, por supuesto. Gabrielle empezó a llorar, y un rayo de esperanza llegó cuando escuchó su teléfono móvil sonar, indicando un mensaje, pero aquella esperanza desapareció rápidamente, dando paso a la que sería la razón por la cual Gabrielle descubriría cada uno de los secretos de los que conocía desde su nacimiento...
:():():():():():():():():
¿Os ha gustado? Espero que sí, aunque sólo sea una introducción a lo que será la historia en sí.
Besos

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Presentación

¡Hola!
Como habréis comprobado, soy nueva en esto, y me gustaría deciros que este blog en principio es sobre varias historias, ya sean de ficción o no, desarrolladas en un pueblo creado por mí llamado Crowswood.
Las dos primeras historias que se me han ocurrido son:

No ficción: Después de que el hijo de Gabrielle haya sido secuestrado, a ella le llegan notas anónimas obligándola a hacer cosas que ella nunca querría para que a su hijo no le pase nada. Junto con las cosas que hará, descubrirá la verdad de algunas de las familias de su pueblo...
Ficción: Katherine y Jason son dos hermanos gemelos que van a sufrir dos cambios sobrenaturales completamente opuestos. ¿Cómo se soportarán el uno al otro si ella es una vampiro y el es un licántropo, enemigos por naturaleza?

Pondré algún capítulo de cada una a ver que tal me queda...